Casarse frente al mar es un sueño que muchas parejas comparten. La brisa, el sonido de las olas y un atardecer dorado crean el escenario perfecto para una celebración llena de magia. Pero más allá del entorno natural, hay detalles que pueden hacer de tu boda un momento verdaderamente inolvidable.
Recepción bajo las estrellas: Opta por una recepción a la orilla del mar, iluminada con luces cálidas, faroles colgantes o velas en la arena. La mezcla entre naturaleza y ambientación íntima transforma la noche en una experiencia sensorial que tus invitados jamás olvidarán.
Altar frente al mar: Imagina caminar descalza sobre la arena hacia un altar decorado con flores frescas y telas ligeras que se mueven con el viento. Un montaje sencillo pero elegante puede potenciar la belleza natural del entorno sin sobrecargarlo.

